A la paz de Deu, hermanos.
Ya hace tiempo que no me pasaba por este “acojonehision” foro, por lo que vamos con una historieta.
Os cuento lo acontecido por estas tierras del oeste peninsular el día que decidimos hacer “un cocido trailero”.
Como quiera que somos varios los que, de un tiempo a esta parte, nos ha dado por esto del trail, decidimos juntarnos unos cuantos para compartir campo a lomos de nuestras motos de trail, y rematar la jornada alrededor de una mesa con un cocido.
Sin más, os los presento con sus monturas correspondientes.
Kmt Freeride, Luis



Ktm 530, Angel



Ktm 690, los dos Jorges





Honda CRF-L, Kike y JCarloma



Honda XR-400; el Tio Gene





Honda Dominator, El Biker



Honda Africa Twin, Fernando y servidora




Hemos quedado a las 9 en una gasolinera de las afueras de nuestra ciudad para partir todos juntos en busca de esa sopa, esos garbanzos, y todo aquello que acompaña a un buen cocido.
Sobre las 9’30, nos pusimos en movimiento siempre hacia el sur.





Bichos de esos “pata negra”, con denominación de origen, ¡oiga!.



Pistas castellanas, anchas y planas donde aplicarse al gasssssssssss!!!!!!!!!!!!! todo lo que sepas, puedas, o tengas 00 de hacerlo.











Las porteras las dejamos siempre tal y como las encontramos, que no queremos que se escape el ganado y ¡somos gente de bien, oiga!.



Curiosa foto de servidora y Angel escoltándome, en la que parece que lo llevo de paquete.



Más pistas donde mi África muestra todo su aplomo al suelo.
Una pena que no tenga yo los suficientes 00 para exprimir el acelerador como Dios manda.















A pesar de encontrarse ya el terreno muy seco e ir tanta gente, se rueda de forma cómoda al haber un poco de viento lateral que rápidamente hace desaparecer el polvo.











En las paradas para abrir-cerrar las múltiples porteras que encontramos, aprovecho para adelantarme, ganar unos metros, y volver a poner la cámara en funcionamiento.





















Cuando la pista impoluta se convierte en camino y este empeora un poco, he de bajar considerablemente el ritmo pues no quiero machar una rueda con algún llantazo y tener que ponernos a reparar.







Sabiamente guiados por Luis y Jcarloma, vamos alternando las pistas con otros tramos de caminos incluso con hierba verde.











Y mas o menos todos al mismo ritmo, rápidamente devoramos kilómetros por esta Castilla plana y seca.






















Continuarà……..

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no se cuando, pero algun dia volverè a Galizia

Como os decía, por estos terrenos se puede rodar muy deprisa con este tipo de motos.
Nosotros lo hacemos, mas o menos a 60 km/h, para intentar ir todos juntos y no perdernos en algún cruce o bifurcación.





























Informando a un grupo de peregrinos que iban a ver al Apóstol y que se habían extraviado de la ruta original. Mientras el tío Kike posa con su CRF-L para las cámaras.





Continuamos camino hacia el sur. Siempre hacia el surrrrrrr!!!!!!!!!!!!















Una parada pitillera junto a aquel chozo y demás símbolos que nos recuerdan la ruta por la que rodamos ahora.











El terreno ya se empieza a secar y convendría que lloviese pronto.
Igualmente, hay que ir con sumo cuidado con las roderas secas. Si entras en una de ellas, conviene dejar rodar la moto hasta que salga al final. No intentes sacarla de ella pues el “allavoy” está asegurado.













Un pequeño enlace por carretera, de no mas de un km y llegamos a un pueblo donde hicimos una parada a modo de “moto-bar” para tomar una birra con un pincho que se agradece a media mañana.
Igualmente tuvimos “visita” de miembros del Benemérito Cuerpo y, tras una charla con ellos, continuaron con su labor sin poner traba alguna a lo nuestro.













Con los cuerpos algo repuestos, volvimos a cabalgar a lomos de estas motos gordas y con peso por mas kilómetros de pistas.









La conducción se hace entretenida, al alternar continuamente las mencionadas pistas rápidas, con otros tramos de callejas mas estrechas, lentas y sinuosas.





De nuevo a las pistas secas y con roderas duras donde conviene ir con mucho ojito a no ser que quieras restregar los carenados contra el suelo.











Cruce de regato con distintos estilos.
Eso si, todos con el mismo resultado y gracias a Dios sin contratiempo alguno.



















El bravo Fernando que debido a la visión de agua, sufre un apretón y es preciso cambiar el agua del canario.




Continuarà ……

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Mientras, mi África descansa apoyada en aquel miliario.



Seguimos rodando ahora por unas callejas donde vuelvo a ir a ritmo de trote cochinero.
Los continuos baches junto a los kilos que llevo en la entrepierna, hacen que continuamente haga tope en las suspensiones.















Otro tramo que me encantó, fueron estos senderos que tantas veces he recorrido con la EXC.
Eso si, también muy atento a la estrechez de los mismos en algunos tramos, pues golpean con fuerza las estriberas o el cubrecarter.











Como os decía anteriormente, lo bueno de esta ruta que hoy hacemos es que se intercalan continuamente las pistas con callejas, senderos, regatos, etc.
Esto hace a mi entender que sea bastante entretenida y no te llegues a cansar ni de una cosa ni de otra.





















Acometimos una calzada de bajada, con mucha inclinación y piedras de todos los tamaños y colores.















Aquí he de confesaros que arranqué a sudar de la tensión de sujetar mi África entre las piernas, evitar que se embalase en exceso, así como de oír continuamente los golpes contra en cubrecarter.

















Al fondo ya diviso aquel pueblo que tiene castillo y todo, y se me alegra la cara al pensar que voy a conseguir llegar abajo con los carenados intactos.
¡Pufffffff; no me lo creo ni yo!.

















Por fin, conseguimos llegar al pueblo y una sonrisa bobalicona me viene a la mente al recordar por donde he conseguido bajar con la Africa entre las piernas



Un pequeño enlace por carretera de 4 ò 5 km y volvemos rápidamente a lo marrón.













Mas tramos de senderos estrechos que, a quien esto os cuenta, le encantan.
No se a vosotros, pero a mi eso de ir en segunda o tercera, con dos dedos sujetando el embrague y moviendo la moto de un lado para otro, ¡me pone a cien!.














Continuarà…..

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Seguimos descendiendo por otra calzada en mucho mejor estado que la anterior hacia el fondo del valle.
No me preguntéis por donde está eso, pues me oriento fatal.















Últimos metros de calleja que nos conducirá hasta el lugar elegido para el cocido trailero que hemos decidido hacer en el día de autos.















Al lugar elegido conseguimos llegar tras casi cuatro horas con las motos entre las piernas y sin contratiempo alguno, ni físico, ni mecánico.
Y allí, compartiendo mantel y mesa todos juntos, con buena charla de planes para volver a liarla no tardando mucho, pudimos degustar las viandas que dan titulo a esta historieta.















La idea que teníamos en un principio era llegar a comer y después regresar por la antigua nacional hasta nuestra ciudad laboral. Pero como quiera que llegásemos pronto y que la gente tuviera ganas de marcha, durante la comida cambiamos de planes y decidimos volver por lo marrón igualmente.
Volvimos a ponernos en movimiento para acercarnos por lo negro a repostar en aquel pueblo cercano.









Ahora hará de guía Fernando a lomos de su África por un tramo que dice que es muy guapo y con algo de agua.











¿Algo de agua, has dicho algo?.
J*derrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!.















Se trataba de una calleja completamente inundada de agua, hierba, lodo y roderas, donde no sabias muy bien en que poza ibas a pasar, o ibas a dejar sumergida completamente la moto.





















Si a lo anteriormente nombrado le unes el subir varios escalones de piedra ocultos casi completamente por el agua marrón, ¡¡¡diversión asegurada, ya lo creo!!!.











Yo particularmente, en dos ocasiones dejé la moto colgada por el cubrecarter sobre las piedras ocultas en el lodo. Siendo precisa la ayuda de Jorge y Ángel para desencajarla y conseguir avanzar por semejante berenjenal.
¡Gracias tíos!, si no es por vosotros, todavía estoy allí encallado.





















Continuarà ……

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La calleja en cuestión yo creo que media algo mas del kilómetro de longitud, por lo que rápidamente se colocaron los garbanzos y los fideos en su sitio en el estomago.















Aquí se volvieron a vivir MOMENTAZOS todoterreneros.
Mi menda, aparte de encallar dos veces la moto sobre las piedras, también tuve un par de “apoyamientos sobre un costado u otro”.
Estoy empezando a sacarle provecho a las defensas laterales, ¡ya lo creo!.















¡Animo que ya queda poco!, decía el bravo Ángel mientras el con su 530 pasaba todos los obstáculos sin apenas despeinarse.















Conseguimos salir de aquel berenjenal con las motos bien pintadas de ese color marrón que tanto nos gusta a algunos y con una sonrisa de oreja a oreja seguimos rodando por mas callejas preciosas a mi entender.















Este sendero estrecho, en subida y con abundante piedra suelta, a mi personalmente me encantó.
Metías segunda y, a punta de gassssssss!!!!!!!, la moto trepaba y trepaba. Eso si, era preciso sujetar con fuerza el manillar para que las piedras no te desviasen de la trayectoria buena.













Una vez arriba, y ya por sitios mas abiertos, descendimos hacia el otro lado del valle por terrenos ya mas abiertos.













Volvemos a alternar el rodar por callejas de esas estrechas. ¡Otra gozada!.











Una parada rápida en aquel pilón para refrescar los cuerpos, echar un pitillo y volver a cabalgar.



Mas senderos estrechos, con continuas subidas y bajadas donde me vuelve a sorprender gratamente mi África de lo bien que se desenvuelve en estos terrenos.


























Continuarà ……….

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Eso si, has de tener muy claro los kilos que llevas entre las piernas pues las inercias que coge a la hora de frenar y descender por pendientes, ¡son bestiales!.





















Mas callejas con mas piedras para calentar, aun mas, mis maltrechos antebrazos.













En algunos tramos, hay auténticos toboganes de subida y bajada para hacer mas entretenida la excursión.









Y otros en los que el sendero serpentea hacia un lado u otro entre encinas bajas.















Poco a poco el sendero se va ensanchando para dejar de rozar los carenados con las ramas de las encinas.









Nueva parada pitillera mientras estiramos un poco los brazos y piernas que ya comienzan a notar las horas y kilómetros sobre las motos.





Volvimos a rodar por pistas anchas, planas y secas, ¡muy secas!.
Ahora el viento ya no se mueve, por lo que chupamos polvo a raudales.
¡Es lo que hay!. Si el terreno esta húmedo, te das de h*stias con el barro, y si está seco, ¡con el polvo!.























A nuestra ciudad laboral conseguimos llegar tras casi ocho horas por el campo y algo más de 200 kilómetros en el marcador.
Nos despedimos los unos de los otros tomando una cerveza en un bar de la entrada, recordando los momentos vividos en esta jornada de “cocido trailero”, y cada mochuelo a su olivo.

Me despido como mas me gusta.
Deciros a todos los que compartimos esta jornada que me lo pasé DPM. Ruta trail muy variada y lo mejor, sin duda, la compañía. ¡¡¡Gracias por esos ratos!!!.

Saludos cordiales para todos vosotros, gente del nor-oeste peninsular, y

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Sr. Mcananas, un placer volver a leer sus aventuras por esas tierras.

No se yo, pero me da que su montura es un poco pesada y grande en demasía, para esos terrenos que ustedes hacen.

Cierto es que la cara de satisfacción después de hacer un tramo complicado con ese "armario ropero", debe ser bien grande

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Rutas de enduro guiadas:
http://www.Galiciaenduro.com

Que guapa esa Africa coa pegata do les a les cojonuda ruta, algun dia a volverei facer cando me faga con unha moto outra vez jeje.

Jaime ai que organizar algunha ruta guapa por galicia =)

PEDAZO DE CRÓNICA!!!
Sin duda, esas excursiones son muy gratificantes al hacer tantos km., igual que cuando yo iba por lo negro...
Eso sí, las monturas sin un rayón, impolutas. Si llegan a andar por estas tierras...

Se echaba de menos una crónica tuya, Miguel. Me ha encantado; En alguna ocasión he pillado yo el dinosaurio azul que ahora sólo está pillando polvo en el garaje, para dar una vuelta pistera. Y la verdad es que se defienden muy bien éstos armarios en zonas de cierta complicación, en alguna me he metido yendo solo que me ha hecho temblar sólo de pensar que se me cayese encima y no pudiese levantarla. Pero cuando sales del apuro... buahhhh!!

Muchas gracias por contarlo, y por las fotos.

Un abrazooooo!!!

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A tomar pol culo la firma del putobucket!
Ladrones!!